“Lo no manifestado” es una investigación sobre las posibles dimensiones dancísticas entre sonido y cuerpo. Se trata de crear una experiencia cercana a un ritual/rave desprovisto de cualquier tipo de cultura, forma o definición anterior a este mismo momento y que encuentra su sentido solo en el lugar en el que se realiza o muestra. La capacidad de ese “sentido del momento” es construida a través de la conjunción de los elementos cuerpo-sonido-luz relacionándose y afectándose mutuamente entre sí realizando diferentes estrategias para generar estados de conciencia alejados de la evasión. Traspasando los conceptos de cuerpo, sonido o luz. Lo que se genera y cómo es producido está en constante transformación, dejando al campo de la percepción su capacidad de crear asociaciones o significados. Lo no manifestado pretende activar la atención del espectador a través del uso de herramientas dancísticas contemporáneas, movimientos sin códigos o patrones de ejecución, confundiendo lo académico con lo personal, así como el salto que hay entre actuar o estar y su potencial de convertirse en una multiplicidad de expresiones a través de no asignar propiedades que no han sido aprendidas pero sin embargo si están. ¿Dónde está el resto de la danza? Lo que aún no se ha manifestado se produce a través de establecer un juego entre materiales y no una coreografía, así mismo, el cuerpo performer, el cuerpo sonido y el cuerpo luz van mutando, no para dar foco a acciones principales si no para que diferentes paisajes escénicos se conjuguen y generar conjuntamente un mismo estado que solo se puede percibir a través del sentido kinestésico.
La propuesta de sumergirme durante tres días en AZALA, es la de retomar el trabajo en proceso de la pieza, y profundizar y concretar en el material de movimiento y voz de cara a mi próxima actuación en noviembre de 2020 en el Festival ACT.
Arantza Iglésias. Creadora, intérprete y pedagoga. Me formé en danza, música y artes marciales. He estado impartiendo clases de danza durante más de 20 años y colaborando en varios proyectos educativos como Gorputzaldiak con la cooperativa Artaziak, Zubiak eraikiz, junto con la UPV-EHU y el Centro Internacional para cultura contemporánea Tabakalera, o Dance2gether y Fundación San Sebastián Capital Europea 2016. Mi interés en la cultura africana me lleva al continente para entrenarme a bailar con bailarines del Ballet Nacional de Guinea-Conakry, donde trabajo como coreógrafa, bailarina y percusionista en diferentes compañías y proyectos. Entre ellos destacaría: Les Petits, bajo la dirección de Djembefola del Ballet Nacional de Costa de Marfil, Kassoum Sanogo. Mi entrenamiento también pasa por diferentes lugares en España que han enriquecido y continúan enriqueciendo mi compromiso en el escenario, permitiéndome explorar y buscar en las artes del movimiento: Carmen Senra (Madrid), Conde Duque (Madrid), Arteleku (San Sebastián) o Dantzagunea. Junto con la danza, me formé en programación neurolingüística y eneagrama con el Instituto Español de PNL. Como coreógrafa, «Desestructurar», presentada en Kutxa Hirian, o «Beltza», estrenada en el festival DanZ de Pamplona, con el apoyo de Dantzagunea. Como intérprete, he colaborado con Jesús Rubio, Antonella De Ascensi, Cía Ertza de Asier Zabaleta, Alba Lorca o Sofie Dubs. En cuanto a mi trayectoria mencionaría las siguientes: Residencia de investigación: Dantzagunea 2019 Estreno: Tabakalera de San Sebastian. Programa LABO GO16 (Kutxa Kultur) 2019 Residencia de investigación: Dantzagunea 2019. Laboratorio de creación y actuaciones: organizado por La RED V en colaboración con Café de las artes (Santander), La Fundición (Bilbao) y La Laboral (Gijón).