El libro de cocina de la carne humana

Residencia de escritura de Mariví Martín Espinós
del 28 de febrero al 18 de marzo
Residencias - Ventana propia

Ventana propia: El jaleo propio de AZALA.

Este proyecto de escritura comenzó a suceder en 2017. Se reactivó la pasada primavera y tomó un impulso renovador al pensar Azala como lugar de acogida: un cobijo frío y seco a diferencia de mi hábitat, cálido y húmedo.

Además de mi estancia (prevista para marzo de 2022) esta residencia se completa con mi ausencia: voy a ir componiendo y enviando, durante los meses previos a mi llegada, una serie de pre-textos. En ellos divagaré alrededor de la ingente cantidad de documentación que poseo y la pluralidad de enfoques posibles que he ido considerando a lo largo del tiempo. Escribir sin objeto, de eso se trata: pasearme como un fantasma entre mis propios pensamientos con especial atención a los que nacen en la boca.

Como se anuncia en el título, el asunto de estas ficciones es la antropofagia –el hecho o la práctica de comer el ser humano carne de su propia especie– lo cual tiene un peso enorme, es de una gravedad aplastante. Otros han abordado esta misma ficción con maestría desde el humor surrealista (Roland Topor en La cocina caníbal), o desde la novela histórica de aventuras (Juan José Saer en El entenado), pero yo pertenezco a otro mundo, he sido cocinera, y la cocina es un trabajo sobre la materia.

Mi propósito es sumergirme en las turbulencias de la realidad objetiva, para lo que voy a utilizar una herramienta doméstica: el libro de cocina. En concreto, mi referencia son los estudios culinarios clásicos que abordan un solo alimento cárnico en toda su amplitud cultural, geopolítica y gastronómica. Esta decisión me permite incorporar cuatro dimensiones cada una de las cuales arrastra su propia y larguísima historia:

  1. La práctica antropófaga y sus motivaciones (los primeros signos datan de hace 800.000 años en Atapuerca, a tan sólo 100 kilómetros de Azala)
  2. La cocina de la carne y los conflictos morales que implica, en especial los referidos a los métodos de obtención y consumo de esa carne, que han pasado de la relación interdependiente a la anulación del animal como ser.
  3. La cocina escrita y su vinculación al poder político y económico, y la certeza de que esta producción textual ha participado (también) en el mantenimiento de las estructuras de dominación patriarcal.
  4. El cuerpo comensal y todas sus contradicciones carnales; la delgadez y la opulencia, la gastronomía y la gastroanomia, la vida eterna y el trato con los cuerpos muertos.

Puesto que escribo ficción, y por tanto no puedo saber de antemano cómo está hecha la realidad sobre la que voy a escribir, la residencia en Azala me servirá también para dar respuesta a una pregunta esencial para todo este proyecto: ¿Qué prácticas, dispositivos, estrategias, experiencias…x pueden aproximarme a esa realidad?

Mariví Martín Espinós, (Valencia, 1970). Licenciada en periodismo. Vinculada desde a los años 80 a colectivos de acción social, autogestión y comunes urbanos. Durante los 90 se dedica a la comunicación cultural, la coordinación de emisoras de radio locales y la producción ejecutiva para festivales de teatro y danza en la Comunidad Valenciana. También es redactora de cultura en las revistas El Temps y El Punt y autora de estudios culturales para TGV y el Ayuntamiento de Gandía. En la década siguiente es profesora asociada del Master de Gestión Cultural de la Universidad de Valencia (2004-2009) y directora artística del Festival Internacional VEO (2006-2011). A partir de 2011 desarrolla el proyecto de activismo gastronómico La cuina furtiva, proponiendo prácticas sobre las dimensiones y narrativas de la comida. En 2017 abandona el mercado laboral e inicia un proceso de escrituras de ficción vinculadas a la cocina, la imagen fílmica y las artes vivas.

Serie de pre-textos:

1. Quiero escribir un libro de cocina

2. Previsiones e imprevistos

3. Aquí hubo un misterio