Me acuerdo de cuando era pequeña y por la noche, ya en la cama, escuchaba la voz de mi hermano que se inventaba historias y cuentos para que me durmiese. Me acuerdo de la intensidad con la que vivía esas historias y cómo actuaba en mí el hecho de escuchar su voz.
Ahora ya de mayor cada noche me pongo un podcast para dormir y me parece especialmente placentero el momento en que abandono mi cuerpo mientras escucho a alguien que con su voz entra en mis pensamientos y me va llevando a otro estado.
Cuando escucho estoy dentro del sonido, cuando miro estoy frente a la imagen.
Oigo voces y veo palabras
Me interesa lo que la oreja oye. La oreja oye el aquí. Me interesa hacer el aquí oído y hacer lo oído sentido.
El sonido sale de mí en forma de voz, entra y sale de mí cuerpo y pasa también por otros cuerpos. No hay nada más corporizado que la voz que se comparte. El lenguaje es un lugar común, es decir, un lugar de encuentro y la voz es el cuerpo que lo habita y lo amplifica.
Me gusta la idea de escena como lugar de encuentro, como lenguaje/texto que se hace presente a través de la voz. Una voz lanzada, absorbida, redoblada y rebotada hacia todas las superficies, cuerpos y objetos que contiene ese espacio-texto de manera que se confunde la voz presente y la voz ausente.
En ARE WE ALIVE? Me interesa la voz no como extensión de mi cuerpo sino como un cuerpo en sí misma. ¿Cuál es la identidad y la naturaleza de la voz? ¿Cómo puedo hacer que el cuerpo sea tan sólo el vehículo o el instrumento para que emerja la voz sin condicionarla demasiado? ¿Qué texto, palabras, contenidos y espacios hacen aparecer la voz y cómo se transforman mutuamente?
En ARE WE ALIVE? Me interesa trabajar la voz como un espacio y el sonido que voy creando como si fuera un perfume que se va extendiendo por ese espacio. Para ello durante mi estancia en Azala leeré mucho y pasearé. Después escogeré textos y frases mías y de otras. Las escribiré y haré un texto con ellas. Algunas frases las repetiré, las transformaré y las moveré por el espacio para observar cómo se comportan. Más allá del contenido de las mismas me interesa indagar en qué gesto pide la grafía, cómo se pasean esas frases por el espacio, dónde quieren estar y cómo y qué experiencia de escucha genera la voz que las pronuncia.
Paula Miralles trabaja como creadora y organizadora de contextos, programas y situaciones en el ámbito de las artes escénicas. Actualmente forma parte de Taller Placer junto a Vicente Arlandis, un colectivo desde el cual proponen actividades relacionadas con la filosofía, el sonido, la literatura, la política y las artes escénicas. Le gusta pensar y pensarse a través de la voz y lo sonoro y por eso su práctica trabaja cuestiones como el ritmo, la vibración, el silencio, el lenguaje y la presencia.
Taller Placer es un colectivo formado en estos momentos por Paula Miralles y Vicente Arlandis desde el cual promueven el uso y la creación de prácticas de diferentes tipos que sean en sí mismas críticas y que puedan ser utilizadas como herramientas de transformación social y personal. Los proyectos del grupo se desarrollan en varias líneas: proyectos de investigación, trabajos de creación artística, talleres de formación, programación de Artes Vivas y otras actividades que son una excusa para estar juntas. Taller Placer es, en este sentido, un espacio en el que se comparten diferentes instrumentos y metodologías que creemos que pueden ser útiles a la hora de construir formas de vida más plenas y más placenteras.
Asistencia: Vicente Arlandis y Norberto Llopis
Han participado en otros momentos: Maribel Bayona, Victoria Trillo, María Tamarit, Paula Rausell y Vir Roig.
Colabora: Taller Placer e Institut Valencià de Cultura (IVC)
