“Majareta” es el seudónimo bajo el cual opero en el ejercicio de la creación musical en diálogo con prácticas performativas y de experimentación escénica. La principal materia prima para este trabajo es mi propio cuerpo, comprendido como fuente para la investigación sonora. A través de la improvisación y la búsqueda de sonidos guturales, onomatopéyicos y percutivos aparecen palabras, melodías y estados emocionales que constituyen un puente hacia la composición de piezas musicales.
Estas canciones son concebidas de manera independiente, y se entretejen en en el intento de instalarlas en un espacio y compartirlas con un espectador. En la exploración de la performatividad aparece de manera muy latente la intimidad, expuesta a través de la utilización de recursos artesanales, caseros y elementos de la vida cotidiana cargados de teatralidad. Temas como la crisis de identidad, la deconstrucción de la masculinidad, la ruptura con la normativa, la búsqueda del placer o la inminencia de la muerte se evidencian a veces con ironía, a veces metafóricamente y otras veces de forma directa y literal.
En los últimos meses, “Majareta” ha experimentado las pantallas como medio de acceso al público, sin embargo, el encuentro en el espacio real, con todas las posibilidades que este acarrea, es vital para la continuidad del proyecto. El proyecto “Majareta” pretende dejarse contaminar por las circunstancias temporales, contextos políticos y coyunturas en las que toca desenvolverse. Del mismo modo, el espacio es un vector fundamental en la composición escénica y musical.
Después de atravesar una etapa de creación en espacios privados y urbanos, “Majareta” pretende dialogar con espacios de la naturaleza para encontrar puntos de quiebre y nuevas perspectivas que alimenten el proceso creativo y estimulen la concentración a través del retiro, el distanciamiento de la ciudad y el aislamiento creativo. Asimismo, el reencuentro con la caja negra sugiere retos para el trabajo, que podrían potenciar esta búsqueda de lo esencial y explotar la expresividad del cuerpo en el espacio vacío.
Mario Ballón. Actor, performer y director escénico con enfoque en creaciones escénicas interdisciplinarias. Egresado de la Escuela de Danza Contemporánea de la Pontificia Universidad Católica del Perú (2011). Bachiller de la Especialidad de Artes Escénicas de la Facultad de Ciencias y Artes de la Comunicación de la misma casa de estudios (2008). Alumno del Máster en Práctica Escénica y Cultura Visual de la Universidad Castilla – La Mancha (2019 – 2020). Cofundador de la compañía Panparamayo en Lima, Perú. Ha dirigido y codirigido alrededor de diez creaciones escénicas como “Comer“, obra de danza teatro (Alianza Francesa de Lima, 2010), “Los Mellizos muertos de Risa“, thriller musical (Bar Lion’s Head, 2015), “Sin Señal“, performance (Parque de los Héroes, 2016 – 2019). En el 2019 participa como bailarín en «Gala“ de Jérôme Bel (Gran Teatro Nacional de Lima) y en “Ornithorhynchus Anatinus“ de Jorge Puerta (Teatro de la Universidad del Pacífico), como cantante en “Perra» performance de Fernando Castro (Teatro de la Alianza Francesa de Lima), como actor en la película «Omnipresentes» de Farid Rodríguez y en «Sin Señal», performance desarrollada en los ambientes de su propia casa y en el Parque de los Héroes (Barranco, Lima). En el 2018 actúa en “La Piedra Oscura“obra de Alberto Conejero dirigida por Alberto Ísola (Teatro de Lucía / Centro Cultural de España en Lima). En el mismo año actúa y codirige «Velada Miserable“, creación y producción de su compañía Panparamayo (Club de Teatro de Lima).