Trabajo de recopilación, cribado, poso y reflexión entorno al abordaje de los cuerpos que nos atraviesan y proyección en los diversos escenarios posibles. Dentro de los proyectos en los que me encuentro inmersa se hace evidente el denominador común de la mediación, del acompañamiento a través del cuerpo hacia el encuentro con una misma y con la otra persona, ese lugar intermedio donde acogemos y dejamos en un continuo baile de gestos. ¿Qué gesto necesito para desatar un encuentro? ¿Y un desencuentro? ¿Cómo son los gestos que me configuran? ¿Cómo se adapta mi gesto a tu gesto? ¿Y dónde nos lleva eso?
En esta residencia busco explorar y transitar hacia herramientas o artefactos físicos, sensitivos, cárnicos que re-abran vías de encuentros, cara a cara, mano a mano, suspiro a suspiro. Y es en Gorputz Danstatu!, proyecto en colaboración con AZALA, donde se hace más evidente la necesidad de ahondar en las diferentes caras del encuentro y el desencuentro. Continúo ahondando en cómo es eso de “escuchar lo que acontece en nuestro cuerpo individual y colectivo, abriendo espacio a nuevas formas de relación con el entorno y la comunidad”.
Leticia Morales. Su formación como bailarina, psicóloga, profesora de danza y danzaterapeuta le permite trabajar en el ámbito de la educación y la formación a través del cuerpo con colectivos como niños, tercera edad, adultos, personas con alguna discapacidad psíquica y/o física. Se forma en Danza Clásica, Nueva Danza & Contact Improvisación y tras estudiar Psicología encuentra en la danzaterapia una disciplina que le permite trabajar con las personas a través del movimiento de una forma más profunda y rica. Paralelamente, realiza formaciones corporales de diversa índole a colectivos de profesionales como musicoterapeutas, profesores, músicos, actrices. Actualmente, tras un periodo de crianza, focaliza su trabajo en la formación de formadores, la educación y la terapia a través del cuerpo y el movimiento.
